miércoles, 28 de junio de 2017

"Leyendas" El Bosque de los Suicidios



El Bosque de los Suicidios


"El Bosque de los Suicidios" es una de las leyendas urbanas más escalofriantes. La tasa de suicidios es extremadamente elevada en Japón. Hace años, cientos de nipones acababan con sus vidas entre los árboles… Japón es una sociedad muy competitiva, ya en el colegio mantienen una enseñanza estrictamente eficaz y exigente que impulsa a los japoneses a tratar de ser los mejores en todo. En la edad adulta y con las responsabilidades que se adquieren con el paso de los años, en muchas ocasiones los japoneses se ven incapacitados a mantener a su familia, su trabajo, sus responsabilidades, en definitiva su vida por no ser competentes con respecto a la sociedad que les rodea.

Si bien la gran mayoría de los suicidios de Japón se producen en el metro o en el tren, existe un bosque denominado "El Bosque de los Suicidios", ya que en este bosque llamado Aokigahara y situado en el Monte Fuji de Japón son encontrados al año más de 100 cadáveres de quienes deciden suicidarse. 


El Bosque

El bosque se formó sobre la lava expulsada por el Fuji entre los años 800 y 1083, en unos 35 kilómetros cuadrados. Como cuentan los visitantes, hay un ambiente casi sobrenatural en el bosque Aokigahara. Su fauna y flora contribuyen al efecto de extrañamiento que experimentan sus visitantes. Apenas hay ruidos en él, debido, sobre todo, a la escasez de animales. Además, la vegetación es tan tupida que impide que el viento sople, lo que contribuye a una peculiar sensación de quietud, hay un gran lago, y grandes cuevas heladas. Además, no es tan extraño que el viajero perdido se tope con restos humanos en el bosque, encontramos en algunas páginas web donde pueden verse escalofriantes ejemplos, también debido a los yacimientos de hierro magnético que tiene bajo el bosque, es común que las brújulas dejen de funcionar.
El bosque tiene una asociación histórica con demonios de la mitología japonesa, y hay poemas de 1.000 años de antigüedad que indican que el bosque está maldito. El turismo ha quedado limitado únicamente a zonas vigiladas y, aunque no está prohibido adentrarse al bosque, se colocan numerosas señales de advertencia en varios idiomas para ayudar a las personas que piensan en suicidarse a que busquen ayuda de familiares antes de dejarlo todo.
En el Japón feudal del siglo XIX, cuando las hambrunas y las epidemias azotaban a la población, las familias más pobres abandonaban a su suerte a los niños y a los ancianos que no podían alimentar, por este motivo, surgieron historias que afirmaban que el bosque estaba encantado por los fantasmas de los que allí murieron. Su fama como lugar de suicidio quizá se deba a que en 1960 se publicó la novela Nami no Tou, de Seicho Matsumoto, en la que al final de la obra dos amantes se suicidan en el bosque, en 1993 se publicó El completo manual del suicidio, de Wataru Tsurumi, una guía para suicidarse donde recomienda este bosque como un lugar idóneo para quitarse la vida.
El gobierno local declara que desde la década de 1950 se han hallado alrededor de 500 cadáveres. La causa principal de la muerte de estas personas es el suicidio. Muchos de los cadáveres tenían alrededor de 30 años de edad en el momento de la defunción. La cantidad de suicidas ha aumentando desde 1988, aumentando hasta casi 73 muertes al año.  En 2002 se encontraron 78 cadáveres en el bosque, con lo que se superó el anterior récord de 1998 de 73, y en 2003 la tasa ascendió a 100 personas. Por este motivo, en los últimos años el gobierno local ha parado de dar a conocer el número de suicidios, para de alguna manera evitar asociar Aokigahara con el suicidio. En el año 2016 se estrenó la película de terror The Forest, inspirada en la historia reciente del bosque.

Una leyenda Urbana del bosque de los suicidios


 Una noche un hombre iba atravesando el bosque, donde habían ocurrido muchos casos de suicidio. El bosque era tan enorme que apenas se encontraban los restos. El hombre iba en coche, y con un poco de miedo, ya que conocía la fama que tenía ese bosque. "Dios mío, no me extraña que vengan aquí a suicidarse, esto está más perdido que… pero, ¿qué es eso?" Notó que había algo en la carretera y cuando estaba ya cerca vio que era una pareja tendida en el suelo. La chica no se movía pero el chico estaba haciendo señal pidiendo ayuda. El hombre se bajó del coche y le preguntó: "¿Qué le ocurre, le ha pasado algo?" "…-Vinimos a suicidarnos… Nosotros queríamos casarnos, pero nuestros padres no lo permitieron, por eso vinimos aquí, pero estoy arrepentido, por favor llévanos a algún hospital…" –Le respondió

El hombre llevó a la chica que no se movía y lo ayudó al chico a subir. Corrió todo lo que podía hasta llegar al hospital más cercano mientras oía la voz del chico…"¿Está lejos el hospital?…Por favor dese prisa…" El coche llegó al hospital. "¡¡Socorro, por favor, hay dos chicos que están muy graves!" El hombre explicó todo lo que había pasado mientras sacaban a los dos de su coche. Parecía que el chico había perdido el conocimiento.
El hombre tuvo que esperar un buen rato hasta que salió el médico que examinaba a los dos. "Doctor, ¿cómo están? ¿Se van a salvar?"
-"Siéntese… Vamos a ver, según lo que explicó los encontró en el bosque, ¿verdad?". "Sí". "¿Hace cuánto tiempo?". "Hará.. -Como una hora o un poco más…". "Y dice que habló con el chico." "Sí, la chica no estaba consciente pero el chico me explicó lo que pasó y todo el camino me estaba diciendo que corriera, que me diera prisa." "Es que… es muy extraño… Los he examinado y los dos están muerto por lo menos desde hace más de 5 horas…"



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