miércoles, 16 de julio de 2014

“Pogo, el payaso Asesino”


John Wayne Gacy, Jr. (17 de marzo de 1942 – 10 de mayo de 1994),
conocido también como “Pogo” o “El payaso asesino”, fue un asesino en serie estadounidense que violó y mató a 33 hombres jóvenes entre 1972 y 1978. Veintiséis de sus víctimas fueron enterradas en el semisótano de su propia casa, otras tres en otros lugares de la casa, y otras cuatro fueron lanzadas a un río cercano.
Se le llamó “El payaso asesino” porque hacía servicios sociales en desfiles y fiestas de niños vestido de payaso, se hacía llamar “Pogo el payaso”, personaje que creó él mismo

La historia real de John Wayne Gacy dice que una arteria cerebral colapsada, producto de un golpe en la cabeza con una hamaca en el jardín de su casa cuando tenía once años, era la responsable de haber transformado su cerebro en una mente psicopática, según algunos expertos. También padecía una extraña dolencia cardíaca cuyo origen nunca pudo ser determinado.

Toda la vida de Gacy resultó una constante sucesión de idas y venidas. Fue torpe en los estudios, se matriculó en cinco universidades y tuvo que abandonarlas todas; sin embargo, terminó su último intento de estudiar Ciencias Empresariales y se licenció con brillantez. Hasta llegó a ser un hábil hombre de negocios. Se enroló en asociaciones caritativas, cristianas y civiles que apoyaban a la comunidad, entretenía a los niños que estaban en el hospital y en los orfelinatos encarnando a “Pogo, el payaso”.
Incluso llegó a actuar en un acto frente a la primera dama de los Estados Unidos de aquel entonces, Rosalyn Carter.
Era considerado un buen ciudadano, honesto y agradable, de aspecto bajito y obeso, intimo amigo del alcalde y nombrado en una ocasión, por una revista, “Hombre del Año”.



ALGUNOS DETALLES PREMONITORIOS

Gacy había sido acusado previamente de violentar sexualmente a un niño de la ciudad de Waterloo. Él siempre sostuvo que las acusaciones no eran más que un montaje creado por el sector crítico de una de las asociaciones cívicas a las que él pertenecía. Sin embargo lo encuentran culpable, le dan diez años de prisión y por buena conducta queda libre en un año y medio.
Mantuvo una oscura relación con su primera esposa, llena de altibajos y cambios de temperamento. Tuvo dos hijos a los que amó y respetó, sin que eso nublara un ápice su eficacia para atraer y matar a 33 adolescentes. En 1968, se convierte en gerente de un restaurante en Iowa pero es arrestado por sodomizar a uno de los empleados y sobornar a un testigo. A causa de este incidente su mujer se divorcia de él. Al poco vuelve a Chicago y se casa por segunda vez pero mantiene oculta una homosexualidad, que nadie conoce.
Ya en esta etapa, John Gacy se vuelve un eficaz hombre de negocios, dedicado plenamente a hacer crecer su empresa de albañilería y decoración, a cuidar de su casa, a amar a su segunda esposa y a cultivar las relaciones sociales. El tiempo libre siempre lo dedicaba a los demás: organizaba las fiestas vecinales más famosas del barrio, volvía a encarnar a “Pogo, el payaso” y amenizaba las tardes de los niños ingresados en el hospital local. Incluso fue tentado por la política y se presentó como candidato a concejal. Y lo habría llegado a ser si no se hubiera cruzado en su camino el joven Jeffrey Rignall y su tenaz lucha por la supervivencia.

UN JARDÍN QUE OLÍA DEMASIADO MAL

La vida social del hombre que los fines de semana se vestía de payaso para entretener a los niños enfermos en varios hospitales subía como la espuma. Dos de sus fiestas más sonadas, una al estilo “vaquero” y otra hawaiana, llegaron a congregar en su casa a más de trescientas personas. Todas regresaban a sus domicilios comentando dos cosas: lo agradable que era aquel ciudadano regordete, bonachón y trabajador y lo mal que olía su jardín. Se rumoreaba que un terrible hedor fluía por las calles cercanas a la casa de Gacy y su segunda esposa. Ésta estaba convencida de que bajo las cañerías de su casa había algún nido de ratas muertas. Él aseguraba que el olor se filtraba desde un vertedero cercano. Ningún vecino supo reconocer el tufo de los restos humanos, por eso, ninguno llegó a sospechar.
Una de las tantas víctimas
En diciembre de 1978, la madre del joven de 15 años Robert Piest empezó a impacientarse al ver que no regresaba del trabajo. El chico se ganaba un dinero extra ayudando en una farmacia, y estaba a punto de entrevistarse con un tal Gacy que le había ofrecido mejorar su situación si trabajaba como albañil para él. La desaparición de Robert fue puesta en conocimiento del teniente Kozenczak del departamento de policía de Des Plaines. Entre sus pesquisas, el agente hizo una llamada a Gacy, ya que su nombre aparecía entre los papeles del chico. Por supuesto, el ciudadano Gacy no acudió a la cita (se excusó diciendo que estaba enfermo), pero se presentó voluntariamente en la comisaría al día siguiente. Para entonces, el teniente se había encargado de estudiar el historial penal de aquel hombre (sentenciado e indultado por asaltar a un menor). Aunque Gacy negó cualquier relación con Piest, la policía logró una orden de registro de su domicilio en la que se incautó del más completo arsenal de instrumentos de tortura jamás visto en la región. Pocos días hicieron falta para lograr que Gacy confesara y entregara a la policía un detallado plano del jardín de su casa, en el que había marcado los lugares donde yacían 23 cadáveres, los demás fueron encontrados en el río Des Plaines.
En febrero de 1980, comienza el juicio contra Gacy. Durante el juicio, Gacy aseguró que existían “cuatro John: el contratista, el payaso, el vecino y el asesino” y constantemente respondía con las palabras de uno y de otro. Sus abogados defensores alegaban inocencia por enajenación por un trastorno de personalidad. El jurado no se convenció ya que en el crimen había un seguimiento de la víctima y premeditación. En 1988 fue condenado a 21 cadenas perpetuas y a 12 penas de muerte.
Lo que Gacy no pudo explicar fueron los motivos que le llevaron a dejar con vida al joven Rignall, cuya declaración sirvió para mandar al criminal a la camilla donde se le aplicó una inyección letal el 10 de mayo de 1994.
La prensa lo apodó “The Killer Klown” (El Payaso Asesino) y generó todo tipo de películas cinematográficas, como “Gacy, the killer Clown”, “It”, “To catch a killer” y “Clown House”.



Los asesinatos





En 1977, David Daniel, que por aquel entonces tenía 28 años, declaró que John le ofreció llevarlo a la estación de buses, pero Daniel rehusó. También dijo que Gacy era muy insistente, llegándole a pedir siete veces e incluso ofreciéndole marihuana. De dos víctimas que fueron reportadas como “sobrevivientes”, Daniel es el único vivo en relatar el procedimiento de John Wayne Gacy.

Ninguna sospecha recayó en Gacy, hasta el 12 de diciembre de 1978, cuando fue investigado después de la desaparición del adolescente de 15 años, Robert Piest, quien fue visto por última vez junto a él. Un allanamiento en casa de John reveló diversos artículos relacionados a otras desapariciones.

El 22 de diciembre de 1978, Gacy acudió a sus abogados y confesó sus crímenes. Declaró haber asesinado por primera vez en enero de 1972, cuando al clavar el cuchillo en el cuerpo de un joven y ver como la sangre brotaba del cuerpo, sintió una sensación de excitación, y esto comenzó a gustarle. También confesó haber matado a 33 individuos e indicó la ubicación de 28 de los cuerpos a la policía. Estaban enterrados en su propiedad. Las otras cinco víctimas, dijo, las había arrojado al cercano río Des Plaines. Al menos una de las víctimas fue recogida en la estación de buses. El individuo más joven tenía solo 9 años y el mayor tenía cerca de 20. Ocho de las víctimas estaban tan descompuestas que nunca fueron identificadas. Los cuerpos fueron descubiertos desde diciembre de 1978 hasta abril de 1979, cuando la última víctima conocida fue hallada en el río Illinois.

En 1998, mientras se realizaban reparaciones en el estacionamiento trasero de la casa de la madre de Gacy, las autoridades encontraron restos de, al menos, cuatro personas más

Mientras estuvo en prisión se dedicó a la pintura de cuadros de temas relacionados con el circo y los payasos, que llegaron a tener un valor de más de 300.000 dólares.
También concedió varias entrevistas al FBI, en las que llamaba a sus víctimas “maricones” y “escoria de la sociedad”. Al hablar de sus crímenes, hablaba de su otro “yo”, Jack Handley, el cual había sido el autor de los asesinatos. Pasó 14 años en la cárcel y el 9 de mayo de 1994, fue ejecutado por inyección letal.
Sus últimas palabras fueron: “¡Bésenme el culo!, nunca sabrán dónde están enterrados los demás”…

Una vez comenzada la ejecución, los químicos letales inesperadamente se solidificaron, atascando el cuarto tubo que Gacy tenía conectado a su brazo. El equipo que llevaba a cabo la ejecución reemplazó el catéter y 10 minutos después, la ejecución se reanudó bajo la atenta mirada de los testigos, que observaban detrás de una ventana cubierta por una persiana. El proceso tardó 18 minutos en completarse. Los anestesistas argumentaron que el percance ocurrido con los químicos solidificados se debió a la inexperiencia de los oficiales de la prisión que cumplían con la ejecución.

Curiosidades

La antigua celda de John Wayne Gacy fue utilizada durante la filmación de la serie estadounidense Prison Break.

Jonathan Davis, vocalista de la banda Korn, compró el traje de payaso de Gacy.

El cantautor estadounidense Sufjan Stevens incluyó una canción sobre John Wayne Gacy en su álbum Illinoise (2005).
La banda argentina de rock Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota escribió un tema sobre John Wayne Gacy, titulada “Pogo”.

Stephen Gregory Bier Jr, ex-tecladista de la banda Marilyn Manson, tomó parte del nombre de John para su nombre artístico: Madonna Wayne Gacy.

La vida y crímenes de John Wayne Gacy sirvieron de inspiración para la obra literaria It de Stephen King.
El grupo Synthpunk llamado Mindless Self Indulgence en su álbum en vivo Alienating Our Audience interpretan la canción “Panty Shot” que habla de la Pedofilia y de John Wayne Gacy.

En la serie de televisión South Park es parodiado en el episodio “Hell on Earth 2006″ junto con Ted Bundy y Jeffrey Dahmer como “Los Tres Asesinos” en parodia a “Los Tres Chiflados”.

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