lunes, 17 de abril de 2017

“La mujer que sobrevivió al Titanic y a las 3 peores tragedias”


Violet Jessop la mujer que sobrevivió al Titanic y a 3 de las más grandes tragedias marítimas del siglo XX.

Violet Constance Jessop nació el 2 de octubre de 1887. Fue la mayor de los nueve hijos del matrimonio de William Jessop y Katherine Kelly, inmigrantes dublineses dedicados a la crianza de ovejas cerca de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires. Durante su adolescencia contrajo tuberculosis y, pese a que los médicos del Hospital Británico de Buenos Aires le pronosticaron pocos meses de vida, logró sobrevivir. Tras la muerte del padre, la familia se mudó a Inglaterra en mayo de 1903. Se establecieron primero en Liverpool y luego en Londres, donde Violet asistió a un colegio parroquial. Su madre comenzó a trabajar como camarera para la Royal Mail Line.
Cuando su madre enfermó, Violet debió hacerse cargo de toda la familia. En 1908, comenzó a trabajar como camarera en el RMS Orinoco, de la Royal Mail Line, con un sueldo escaso y 17 horas de trabajo.


La historia de la naviera británica White Star Line, fundada en 1850, estuvo marcada por grandes desastres. Tal fue el nefasto destino de los tres barcos que componían la Clase Olympic de la firma, diseñados para ser los más grandes y lujosos del mundo: El Olympic, el Titanic y el Britannic. Sin embargo, aún más sorprendente es la historia de la mujer que estuvo a bordo de cada uno de estos barcos durante los siniestros y logró sobrevivir a todos ellos.


El preludio de lo que sería su singular destino de sobreviviente en tragedias marítimas, ocurrió el 20 de Septiembre de 1911, cuando el RMS Olympic, el barco más grande del mundo al momento de su botadura, chocó contra el buque de guerra HMS Hawke. El transatlántico sufrió algunos daños, pero no hubo víctimas.


El 10 de abril de 1912, el llamado “barco de los sueños”, el RMS Titanic, se encontraba próximo a zarpar en Southampton hacia su viaje inaugural, cuando Violet fue requerida para formar parte de su tripulación. El 23 de Abril de 1912, a las 23:45 horas, de acuerdo a los registros de la época, el gigantesco barco colisionaba con un iceberg, desencadenando una de las mayores tragedias marítimas de la historia. A Violet se le ordenó que abordara uno de los botes salvavidas junto a otras camareras, para demostrar a las temerosas pasajeras que era seguro. Ese azaroso hecho hizo que más tarde pudiera contarse entre las 705 personas que sobrevivieron aquella fría y fatídica noche.
De acuerdo al relato de Jessop, cuando el bote salvavidas número 16 en el que se encontraba descendía, uno de los oficiales del Titanic le entregó un bebé para que lo cuidara hasta ser rescatados. Luego vinieron las horas de espera en el frío de la noche, oyendo a quienes perecían en las aguas heladas. El RMS Carpathia llegó al lugar cerca de las cuatro de la madrugada y recogió a los sobrevivientes.
El 13 de noviembre de 1915, a poco tiempo de estallar la Primera Guerra Mundial, el tercero de los grandes transatlánticos de la clase Olympic, el HMHS Britannic, fue adaptado para el transporte de tropas y como buque-hospital. Violet Jessop, que a pesar de lo ocurrido en el Titanic seguía trabajando para la White Star Line, se unió a la tripulación como enfermera de la Cruz Roja británica.



El 21 de Noviembre de 1916, tras zarpar del puerto de Southampton, el transatlántico navegaba por el Canal de Kea, en el Mar Egeo, cuando a las 8:12 de la mañana la explosión de una mina submarina provocó graves daños en el barco. El recuerdo de todo lo vivido durante aquella terrible noche en que naufragó el Titanic, no era nada lejano para Violet. Nuevamente logró ser rescatada en un bote salvavidas y le toco otra vez contemplar la inolvidable imagen de un inmenso transatlántico hundiéndose en las profundas aguas, apenas 55 minutos después de la explosión.
Sin amedrentarse por las increíbles experiencias que vivió, Violet continuó trabajando en diversos barcos, hasta 1950, cuando con 63 años y 42 de trabajo en el mar, dio por terminada su carrera y se retiró a una casa de campo en Great Ashfield, Suffolk, para dedicarse a la vida de granja y venta de huevos. El 5 de mayo de 1971, la mujer que increíblemente había escapado a la muerte en el mar en tantas oportunidades, fue encontrada por su destino a los 84 años de edad, en tierra firme.


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