lunes, 19 de diciembre de 2016

Los Libros Prohibidos





Existe una enorme variedad de libros de acuerdo a los gustos de cada quién, sin embargo, ¿sabías que hay libros que no puedes leer? Hay libros que fueron prohibidos por la humanidad. A continuación te dejo algunos de los libros más peligrosos de la historia de la humanidad; principalmente se trata de leyendas e invenciones (o al menos eso es lo que quieren que creamos).
Leer es una actividad relacionada al saber y al placer, pero algunas lecturas nos pueden matar o volvernos locos. A lo largo de nuestra historia existen libros que fueron prohibidos por la supuesta peligrosidad de su contenido. Se cree que uno fue escrito por seres desconocidos, otros otorgan poderosos saberes y otro fue escrito en un lenguaje que aún nadie logró descifrar.
Han existido muchos libros raros a través de los años: algunos de ellos por tratar contenidos considerados como tabú en sus fechas de publicación o incluso por haber causado otro tipo de problemas, incluso la muerte de sus lectores. Precisamente hablaremos sobre ese tipo de publicaciones, aquellas que han inspirado leyendas urbanas y relatos que a través de los siglos han logrado sobrevivir hasta nuestra era; probablemente conocerás más de uno de estos títulos.




Listado de libros peligrosos en todo el mundo.

El libro de Thot:


El “Libro de Thot” fue escrito y quemado durante el imperio egipcio, pero sus peligrosas enseñanzas no desaparecieron. Su autor fue el mismísimo Thot, ser mitológico conocido como el “Señor de la escritura y el conocimiento”.

Considerado un compendio de la sabiduría del Universo, ostenta el título de primer libro maldito de la historia. Se trata del Libro de Thot, atribuido a este dios egipcio. Creador de la ciudad de Hermópolis, esta divinidad representada con cabeza de Ibis o de babuino e instrumentos de escriba en las manos era la encargada, según la mitología, de medir el tiempo y regir los cielos. A él se atribuye la creación del primer calendario y el control de las crecidas del río Nilo. También patrón de los escribas, de las artes y de las ciencias, Thot fue el inventor de las palabras y, según recoge la leyenda, se dice que codificó las ceremonias que llevaban a los muertos a transformarse en espíritus.
El Libro de Thot, de 78 láminas de oro, se componía de signos y jeroglíficos que, en forma de clave, ocultaban la sabiduría del dios, cuyo enorme poder se encontraba sólo al alcance de unos pocos elegidos. Tiene conexiones con la Pirámide de Keops, las escuelas de iniciación y hasta con la Biblia.
Fue el francés Antoine Court de Gébelin quien propugnó en el siglo XVIII que dicho compendio dio origen al Tarot, y que sus páginas contenían una relación de los Arcanos Mayores. Según él, los sacerdotes egipcios habrían guardado celosamente a lo largo de los siglos la sabiduría ancestral de Thot a través de esta forma de adivinación del futuro.


Poseer el libro suponía hacerse con poderes inimaginables que convertían a su dueño en un ser todopoderoso. Si el famoso papiro existió o no, es algo que, desde hace siglos, se vienen preguntando estudiosos de la más diversa índole. Para el investigador Jacques Bergier, el Libro de Thot debió ser un papiro antiquísimo, copiado en secreto y con unos 10.000 ó 20.000 años de antigüedad. Quizás estuvo custodiado en la Biblioteca de Alejandría. Sus páginas contendrían el secreto de un poder ilimitado que permitía, entre muchas otras cosas, revivir a los muertos, comunicarse con los animales y la facultad de modificar cosas y acontecimientos a distancia.
 La primera referencia al texto aparece en el Papiro de Turis, publicado en París a finales del siglo XVIII, donde se describe el intento de asesinato de un faraón a través de la invocación de fórmulas mágicas extraídas del misterioso Libro de Thot.
En el año 360 antes de Cristo el texto fue, según relatan las crónicas, destruido para volver a reaparecer poco después en la sabiduría griega, esta vez bajo la apariencia de Hermes Trimegisto. El libro, si fue destruido, volvió a reaparecer misteriosamente en la Edad Media, según atestigua Óscar Herradón en su obra Libros malditos.
Años después, el célebre Sigmund Freud, padre del psicoanálisis moderno, realizó en el ocaso de su vida varios viajes a Egipto y escribió un libro sobre la VIII dinastía. Después de su muerte, en el escritorio de su casa se halló un mazo del Tarot egipcio con claras señales de haber sido utilizado con frecuencia. ¿Lo usó con sus pacientes? ¿Se inspiró en el Libro de Thot?


El Libro de Dzyan:



También conocido como “Las estancias de Dzyan” o “Las estrofas de Dzyan“, el Libro de Dzyan es un tomo que solo puede ser descubierto por aquellos con afinidad psíquica. La leyenda cuenta que seres de otro mundo ofrecieron los seis primeros capítulos de este libro a los seres humanos de la Atlántida, quienes lo custodiaron en la ciudad perdida de Shambhala. Tiempo después, se escribieron múltiples copias en lengua china, pero lo cierto es que pocos ejemplares existen a día de hoy. La reproducción más antigua (datada en el año 595) se conserva en el Museo Wharby en Inglaterra. Otras dos copias se encuentran, respectivamente, en la mansión van der Heyl (sita cerca de Nueva York) y en posesión de la Secta de la Sabiduría de las Estrellas. Esta última copia, con pasajes en sánscrito también, fue clave para traducir los Fragmentos de G’harne y los Fragmentos de Sussex.
El Libro de Dzyan es un compendio supuestamente basado en conocimiento budista. Sirvió de inspiración para “La doctrina secreta“, uno de los libros de la corriente teosófica de Helena Blavatsky. Ella afirmó que estudió el Libro de Dzyan durante un viaje al Tíbet. Si bien Howard Phillips Lovecraft nunca leyó las obras teosóficas, el Libro de Dzyan aparece mencionado en “El Morador de las Tinieblas”.
El escritor Joachim Feery realizó una obra sobre este libro llamada “Atlántida“, y parte de su información se encuentra recogida en los Fragmentos de G’harne.


 El libro de Voynich:



El Manuscrito Voynich es un libro ilustrado, de contenidos desconocidos, escrito hace unos 500 años por un autor anónimo en unalfabeto no identificado y un idioma incomprensible, el denominado voynichés.
El nombre del manuscrito se debe al especialista lituano en libros antiguos Wilfrid M. Voynich (1865-1930), quien lo adquirió en 1912. Actualmente está catalogado como el ítem MS 408 en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale.
 A lo largo de su existencia comprobada el manuscrito ha sido objeto de intensos estudios por numerosos criptógrafos profesionales y aficionados, incluyendo destacados especialistas estadounidenses y británicos en descifrados de la Segunda Guerra Mundial. Hasta febrero de 2014 ninguno había conseguido descifrar una sola palabra. Esta sucesión de fracasos ha convertido al manuscrito en elSanto Grial de la criptografía histórica, pero a la vez ha alimentado la hipótesis de que el libro no es más que un elaborado engaño, una secuencia de símbolos al azar sin sentido alguno.
Sin embargo, el que cumpla la ley de Zipf (que establece que en todas las lenguas humanas la palabra más frecuente en una gran cantidad de texto aparece el doble de veces que la segunda más frecuente, el triple que la tercera más frecuente, el cuádruple que la cuarta, etcétera) hace pensar que se trata no solo de un texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que ese lenguaje se basa en alguna lengua natural, ya que los lenguajes artificiales, como los élficos de Tolkien o el klingon de Star Trek, no cumplen esta regla. Es prácticamente imposible que el autor del Manuscrito Voynich conociera dicha ley, enunciada varios siglos después, y que por tanto la aplicase a una lengua inventada por él.
En 2009, investigaciones de la Universidad de Arizona (en Estados Unidos) demostraron, mediante la prueba del carbono 14, y con una fiabilidad del 95 %, que el pergamino del manuscrito podía datarse entre 1404 y 1438. Por otra parte, el McCrone Research Institute de Chicago demostró que la tinta fue aplicada no mucho después, confirmando así que el manuscrito es un auténtico documento medieval.
Sobre el lugar en que pudo haberse escrito, existen pocas pistas. En una de sus ilustraciones aparece una ciudad amurallada, y son sus almenas dibujadas las que aportan una orientación. Su forma es la de las almenas llamadas de cola de golondrina, un estilo estético que, más tarde, en el Renacimiento, se popularizó por toda Europa, pero que en el momento en que se supone que se elaboró el manuscrito, según los últimos estudios de la Universidad de Arizona, solo se podía encontrar en el norte de Italia, quizá en la amplia región entre Milán y Venecia.
Según estudios publicados en 2014, por el botánico Arthur Tucker de la Universidad Estatal de Delaware, el origen del manuscrito podría ser mesoamericano. Esta hipótesis se basa en la similitud de algunas plantas ilustradas en el manuscrito con sus contrapartes americanas y en el hecho de que el estilo con el que están realizadas dichas ilustraciones concuerda con el estilo usado en ilustraciones botánicas del siglo XVI en México.
En febrero de 2014, Stephen Bax, profesor de la Universidad de Bedfordshire (Reino Unido), anunció haber descifrado el manuscrito en forma parcial.

Necronomicón:



“El Necronomicón” o “Al Azif” es un misterioso libro que se ha considerado prohibido del autor Abdul Alhazred (o Al-Hazred). Se dice que hay quienes han querido destruir el libro, con el fin de que no sean develados algunos misterios. El libro cuenta con rituales para resucitar a los muertos, viajar otros tiempos y dimensiones, así como fórmulas que supuestamente ayudarían a contactar con entidades sobrenaturales de gran poder. Hay quienes por un lado dicen que leerlo puede provocar locura y/o muerte; y por el otro lado, se encuentran los escépticos, quienes creen que sólo se trata de un libro fantástico creado por H.P. Lovecraft.
Antes de que se le llamara “Necronomicón” el libro de las letras de los muertos, tenía el título de: “Al Azif” (nombre árabe que hace referencia al ruido nocturno producido por los insectos, que a su vez, metafóricamente, remite en algunas culturas al murmullo de los demonios).
El autor Alhazred, quien escribió este libro poco antes de morir, era poeta de Yemen, en el 700 D.C. aprox. y se dice que era musulmán fuera de la ortodoxia, y que adoraba a seres de la oscuridad, que él llamó: Yog-Sothoth y Cthulhu. Según cuenta la leyenda, pasó diez años en el desierto al sur de Arabia, donde hay espíritus del mal y monstruos de muerte.
El “Al Azif” fue traducido secretamente al griego por Theodorus Philetas de Constantinopla, por el año 950, y ledio el nombre de: Necronomicón. A partir de entonces se dice que el libro ha sido responsable de hechos siniestros e historias malditas. Finalmente se cree que el texto se prohibió y algunos de sus ejemplares fueron quemados. Pero no todos… Existen copias guardadas celosamente, pero el misterio es ¿dónde?
El “Necronomicón” ha sido conocido en muchas partes del mundo, junto con su leyenda, generando misterio en torno al mismo. Para algunos es sólo ficción, pero para algunas Sociedades Ocultas es un libro real de gran valor, al cual algunos guardan culto. Se dice que algunos de los ocultistas más grandes de toda la historia, lo han leído, estudiado, practicado, comprobado su veracidad, y realizado actos ocultos, gracias al poder del libro. El Necronomicón es junto con otros libros como el Manuscrito Voynich y la Biblia del Diablo, libros ocultos, con leyenda, y un gran misterio en el mundo paranormal y esotérico.

Las flores del mal Poemas prohibidos



Las flores del mal (título original en francés: Les Fleurs du mal) es una colección de poemas de Charles Baudelaire. Considerada la obra máxima de su autor, abarca casi la totalidad de su producción poética desde 1840 hasta la fecha de su primera publicación.
La primera edición constó de 1.300 ejemplares y se llevó a cabo el 23 de junio de 1857. La segunda edición de 1861 elimina los poemas censurados, pero añade 30 nuevos. La edición definitiva será póstuma, en 1868 y, si bien no incluye los poemas prohibidos, añade algunos más. En esta versión consta de 151 poemas. La censura que recayó sobre algunos de sus poemas no sería levantada en Francia hasta 1949.

Las Flores del mal es considerada una de las obras más importantes de la poesía moderna, imprimiendo una estética nueva, donde la belleza y lo sublime surgen, a través del lenguaje poético, de la realidad más trivial, aspecto que ejerció una influencia considerable en poetas como Paul Verlaine, Stéphane Mallarmé o Arthur Rimbaud.
El libro debió llamarse en principio Los limbos o Las lesbianas, pues la intención primitiva era la de escribir un libro sobre los pecados capitales; aunque Baudelaire renunció a ello siguiendo los consejos de un amigo. Dicho libro fue catalogado de inmoral ya que exaltaba el goce de la vida y de las pasiones.El 20 de agosto de 1857 es acusado de ultraje a la moral pública, por lo que se ve obligado a quitar seis de sus poemas. Hemos de tener en cuenta que Baudelaire, a raíz de esta condena, se decide a cultivar otro género literario que él califica «más peligroso todavía que el poema en verso», el poema en prosa, del que nacerán Los pequeños poemas en prosa, o Spleen de París.
La condena por la publicación de Las flores del mal es un caso controvertido. Muchos de los poemas aparecidos en este libro ya los había publicado Baudelaire en diversos periódicos sin penalización alguna. Pero la contradicción reside en la política ambigua contra ciertos escritores durante el gobierno de Napoleón III.

Las Flores del Mal es el libro de la condición humana, y los poemas prohibidos su lado más turbador y luminoso a la vez

 Excalibur:



Excalibur:

Una puerta al manicomio


Su autor es L. Ron Hubbard, fundador de la cienciología, quien declaró en 1948 que se inspiró para escribirlo durante los ocho minutos que clínicamente estuvo muerto mientras lo operaban. Se dice que su contenido da las respuestas a todos los enigmas que históricamente acompañaron al hombre, ¿De dónde venimos? ¿Cómo se creó el Universo? ¿Existe un Dios? Hubbard aseguró que contenía un saber absoluto y poderoso, y las claves de la existencia humana. Las primeras copias que realizó circularon entre sus amigos más íntimos, pero todos comenzaron a sufrir alteraciones mentales y muchos de ellos fueron internados en distintas clínicas psiquiátricas. Por esta razón decidió no publicarlo, pero se estima que algunas copias circulan entre las personas que se inician en la cienciología.

Finalmente, el conteo de libros peligrosos finaliza con un texto de L. Ron Hubbard, fundador de la Cienciología, y en ahí brinda sus respuestas a diferentes preguntas existenciales del hombre como: “¿De dónde venimos?”, “¿Cuándo se creó el Universo?” y por supuesto, “¿Existe Dios?”. Sin embargo, al igual que los otros libros de los que hemos hablado, la lectura de su testimonio causó trastornos mentales en sus lectores. Nunca fue publicado de manera oficial, pero hay copias de manuscritos entre algunos de los seguidores de esta doctrina.
¿Ya conocían algunos de estos libros? Probablemente sí, y quizás muchos sigan escépticos sobre su existencia y nos los culpo (personalmente me incluyo), pero es curioso imaginar que algo tan simple como un libro puede provocar tantos problemas, es bastante curioso. ¿No lo creen?


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