martes, 6 de octubre de 2015

5 Leyendas Urbanas Cortas de terror



La puerta del coche


Era una noche sombría y brumosa. A Denise le costaba mantenerse despierta. Iba por una carretera desconocida y fuera llovía. Su nivel de ansiedad aumentaba cada vez más ya que el nivel gasolina comenzaba a ser peligrosamente bajo y no tenía ni idea de dónde se encontraba la ciudad próxima. Finalmente, justo en el momento en el que iba a parar el coche para pasar la noche y dormir, percibió una pequeña estación de servicio a un lado del camino. Parecía un poco abandonada pero tenía luz, había vida. Paró en la estación. El empleado de la misma dio la vuelta al coche y parecía estar muy distraído. Denise no se sentía bien a su lado. Finalmente reaccionó, pero le pidió que abriera el capot, ya que según él el coche hacia ruidos extraños.
Su ansiedad empieza de nuevo a aumentar porque se da cuenta que está sola en esa pequeña estación de servicio mugrienta en medio de la nada y que el empleado encuentra cualquier excusa para no dejarla ir. Él empleado le pide a Denise que se acerque para ver el motor ya que quiere mostrarle una cosa. No sabiendo demasiado qué hacer, Denise se acerca preguntándose para ella porqué no empieza a gritar.
Tan pronto llega delante del coche, él la coge del brazo y le dice: “¡¡Este coche necesita una reparación!! ¡¡Acompáñeme a la oficina!!” Tras eso, le pone la mano tapando su boca y la arrastra con fuerza al interior de la oficina. Ella comienza a morderle la mano mientras él tira de ella hacia el interior de la estación. Una vez en el interior, él la suelta y le dice que hay un hombre acostado sobre el asiento trasero de su coche, que por eso la trajo al interior y que debe creerla. Pero Denise, aterrorizada y sin creer lo que dice, escapa corriendo hacia su coche huyendo de él a toda velocidad. Se mete en el coche, arranca a toda prisa y sale despavorida de la gasolinera.
Al cabo de unos minutos ya más tranquila, recuerda la recomendación que le había hecho y para darse cuenta que sólo era una mentira mira por su retrovisor. Pero no le mentía. Allí se encontraba un hombre con una cazadora con capucha y un hacha en la mano tumbado sobre el asiento trasero. Con un rápido movimiento de brazo decapitó a Denise con su hacha.
El cadáver de Denise fue encontrado pocos días después. No es el único caso que ha sucedido en las carreteras. Pero la policía nunca ha podido encontrar al asesino en serie




La madre malvada



Esta  se escucha con más intensidad en América,  aunque es posible hallar ejemplos de su existencia en las más diversas partes del globo. Se le da el nombre de madre malvada a una fantasmal mujer que recorre hospitales y guarderías con el objetivo de robar bebés o niños muy pequeños. Es vista con escasa frecuencia en las salas en donde se encuentran los bebés esperando su examen médico de rigor. Tras el panel de vidrio en el que se encuentran los padres varones extasiados ante sus criaturas, se desarrolla con la infortunada víctima la siguiente escena: la mujer, vestida de manera correcta pero humilde, de un modo sencillo, que no llame la atención, se aproxima a uno de los padres y pregunta: ¿Es suyo ese bebé? El hombre responde orgullosamente que sí. La mujer contesta con un breve Felicitaciones, y se aleja. Poco después el padre es llamado a finalizar trámites o a visitar a la reciente madre, que todavía guarda cama. A la hora de entregar a los flamantes padres el bebé (que invariablemente es una niña), descubren que no aparece por ninguna parte. Hay escándalos, gritos, desmayos, se da aviso a la policía, se pone en marcha una búsqueda desesperada con todos los medios al alcance de las autoridades, sin éxito. El hombre recuerda la conversación con la mujer y aporta la información, pero nadie más que él parece haberla visto. Poco a poco las esperanzas se van desvaneciendo. Nadie ha podido dar con la madre malvada.
En tanto, en su refugio, que nadie ha visto jamás, la mujer se da a la crianza del bebé, pero la somete a privaciones y castigos mientras no posee edad de recordar. Los castigos pueden llegar a ser muy crueles, llegando incluso a marcar partes del cuerpo con hierros candentes o a la mutilación. A medida que la niña crece, la mujer va inculcando en ella odio hacia la figura de su padre biológico, a quien hace responsable de todos los sufrimientos, corporales, psicológicos y económicos, que les han acaecido, pero jamás le revela que esa persona es su padre. Cuando la niña ya es una jovencita, la abuela pone en sus manos un arma y la insta a matar a su padre. Ella va en su busca, lo asesina, y luego cae en la cuenta de todo. Suele acabar en la demencia. Cuando las autoridades van a detener a la mujer merced a la información que les ha proporcionado la joven, no encuentran a nadie en el lugar. El hecho se repite una vez cada quince o veinte años.
¿Quién es esa malvada mujer? La leyenda afirma que era, en su juventud, una bellísima joven pero de humilde condición que se enamoró de un muchacho rico y caprichoso. Éste, al saberla en estado de gravidez, la abandonó a su suerte. Como ella insistía en reiniciar la relación y le recordaba su responsabilidad para con el hijo que estaba en camino, el joven, acompañado de un grupo de sirvientes, la golpeó hasta matarla. Luego arrojó el cuerpo a una fosa y ayudado por su servidumbre lo tapó con tierra. La fuerza de la venganza en la mujer ultrajada hizo que de algún modo sobreviviera y diera a luz a una hija, a la que crió del modo que describimos. Cuando llegó a la mayoría de edad buscó a su padre y lo mató, para luego cometer suicidio.
La malvada madre, en tanto, regresa una vez por generación en busca de una nueva hija a la que entrenar en su cruzada para destruir el género masculino. Hay quienes arguyen que la única forma de evitar su venganza es negar que se es el padre del bebé señalado por la mujer, aunque así sea. La madre malvada jamás robará el bebé sin conocer quién es el hombre sobre el que recaerá la venganza. La novela Aura, del escritor mexicano Carlos Fuentes, está inspirada, según afirman algunos críticos, en las andanzas de la madre malvada en ese país.






Su origen es desconocido y la información que comparten las personas que han tenido la desgracia de verlo es escasa y con mucha frecuencia desaparece de foros de opinión y consulta. Como si tuvieran miedo de que “él” pudiera descubrirlas. 

Los que lo han visto lo describen como una criatura de aspecto encorvado con los brazos mucho más largos de lo normal y en la punta de sus dedos unas garras tremenda mente afiladas. Su cuerpo desnudo y mal formado parece atrofiado y adquiere posturas más propias de un animal de cuatro patas que de un humanoide. Quienes lo han visto dicen que por su forma de moverse parecería que ha sufrido un accidente que le hubiera roto todos los huesos. Sus ojos brillan en la oscuridad y desde las sombras se dedica a espiar a los que duermen… ¿Pero cual es el peligro real de encontrarse con The Rake? 

Durante el verano del 2003 esta criatura llamó la atención de los medios estadounidenses cuando una oleada de muertes se desencadenó con un patrón común. Todos parecían haber visto a una extraña criatura que les atormentaba en sueños y que les vigilaba mientras dormían… 

El rastrillo acostumbra a situarse a los pies de la cama y las primeras veces se mantiene oculto. Muchas de sus víctimas se despiertan con la sensación de ser observadas o sintiendo una presencia, pero la retorcida criatura se mantiene oculta y como mucho podrás escuchar como sus afiladas garras arañan los pies de la cama, marcas que podrás encontrar en la madera y que demuestran que la presencia que sentiste la noche anterior era tal real como el miedo que te provocó. 

Posteriormente comenzará a dejarse ver, en principio sentirás una sombra moverse en la oscuridad o verás una de sus garras asomando a los pies de la cama, aquí es donde debes empezar a tenerle miedo de verdad, porque la próxima vez que te despiertes de noche estará esperándote a los pies de tu cama y podrás ver por primera vez sus ojos brillando en la oscuridad. Unos ojos tan malvados y profundos que no los podrás olvidar jamás. Cada vez que cierres tus ojos los verás de nuevo y el miedo te invadirá de tal forma que nunca más podrás dormir con tranquilidad. El Rastrillo desaparecerá de nuevo pero una vez realizada “su presentación” volverá cada noche a visitarte, pero esta vez no lo hará “tímidamente”. Se colocará a escasos centímetros de tu cara mientras duermes y, aunque no abras los ojos cuando sientas su presencia, él esperará durante minutos o incluso horas mientras llega a ti el olor de su pútrido aliento y el sonido de su entrecortada respiración, como si estuviera enfermo o tuviera un problema respiratorio. 

Si eres lo suficientemente valiente, o loco, como para abrir los ojos, The Rake se presentará, te dirá su nombre (dependiendo de la versión lo hará como El Rastrillo o como The Rake) con una voz chirriante y chillona que te pondrá los pelos de punta y después saldrá de la habitación. 

Llegado a este punto la mayoría de las personas huyen de su casa y se van a vivir lo más lejos posible para que El Rastrillo no pueda encontrarles, es por esto que muchos borran todo rastro o consulta que pudieran dejar en la red, pues es conocido que es capaz de buscarte allá donde estás. Los pocos que no lo hicieron desaparecieron de forma misteriosa y sólo un reguero de su sangre y unas brutales marcas de arañazos en la cama y en el suelo quedan como testimonio de la brutal forma en la que fueron destripados por las garras de The Rake. 

¿Alguna vez has sentido una presencia a los pies de tu cama mientras dormías? ¿Has visto una sombra moverse en la oscuridad? 

Si es así te recomiendo que te cubras la cabeza con las sábanas y por nada del mundo abras los ojos, porque si lo haces The Rake podría dejarse ver. 


La momia de la Casa de la risa





En las ferias hay ciertas tiendas donde la gente puede entrar e interactuar con los objetos que están en ellas, los cuales están diseñados para sorprender y hacer reír a los visitantes. Pero años atrás, estas mostraban objetos realmente extraños, algunos espeluznantes, pero muy vistosos y atraían tanto a chicos como a grandes. 
Una de estas Casas de la Risa poseía una momia cuyos colores y adornos eran llamativos. Era la atracción más grande y la gente pagaba por verla, e incluso, tocarla. Uno de estos niños, al tocar uno de los papeles que decoraban la momia, hizo que se le desprendiera el brazo, cayendo al suelo y exponiendo los huesos que se encontraban dentro de él, haciendo notar que se trataba de un cadáver.



Accidente en un Abismo


Un matrimonio con su hijo pequeño viajaban de noche por una carretera prácticamente abandonada que servía de atajo para cruzar la montaña, sus continuas curvas, la estrechez de la calzada y la espesa niebla que cubría todo el trayecto hacía que aventurarse por ese camino al filo del abismo fuera realmente peligroso.
De improviso una mujer con la ropa ensangrentada se cruzó en la carretera obligando al padre de familia a frenar en seco, tras el susto el señor bajó del coche con la intención de ayudar a la mujer que muy alterada y llorando les explicó que había tenido un accidente y su coche había caído por el barranco.
La mujer le rogó que la ayudara ya que su bebé aún se encontraba en el vehículo atrapado entre unos hierros y ella era incapaz de sacarle de allí por si sola. La caída era de varias decenas de metros y aunque el coche había destruido parte de la vegetación, mientras rodaba montaña abajo, de no haberle avisado la mujer muy probablemente nadie hubiese encontrado al bebé nunca, mucho menos con esa niebla que impedía ver a mas de dos metros. El señor guiado por el llanto del niño consiguió llegar hasta el lugar del accidente.
Al rato subió muy nervioso con el bebé en brazos y le preguntó a su esposa dónde estaba la mujer. Esta le respondió que se había sentado en una piedra grande que había al lado de la carretera. Su hijo y ella se entretuvieron unos momentos mientras trataban de buscar señal para llamar a los equipos de emergencia pero cuando miraron ya no estaba.
Entonces el hombre se metió rápidamente en el coche con el bebé y le dijo a su mujer e hijo que hicieran lo mismo. Arrancó el coche y se fueron. Su mujer, muy asustada, le preguntó que por qué se iba con el bebé sin buscar antes a la mujer. El marido le dijo que se tranquilizara y que cuando llegaran a la próxima gasolinera le contaría.
Cuando llegaron, la mujer le pidió explicaciones al marido. Este le contestó que cuando bajó y encontró el vehículo accidentado vio a la mujer que les había dado el aviso muerta. Estaba muy fría y probablemente el accidente se había producido  horas antes de que ellos pasaran por ese punto.
El espíritu de la mujer era el que le había pedido ayuda para que salvaran a su hijo.

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